Estos eran dos amigos llamados: Luis y Peter. Des de pequeños siempre han sido los mejores amigos, pero este día va a cambiar para los dos.
- Hola Peter.
- Hola Luis.
- Que tienes en ese bolsillo Luis.
- Un boleto de la lotería, por probar no pasa nada.
- Es verdad, pero es muy difícil de que te toque.
- Bueno da igual, me alegro de haberte visto hasta mañana.
- Hasta mañana.
Ese mismo día, en la televisión, vieron el sorteo. Y aunque parezca increíble, ¡Luis ganó la lotería, y le toco 300.000 millones de euros. Así que al siguiente día...
- ¡Peter que he ganado!
- ¡Ya lo he visto Luis!
- Sí, pero solo venía para decirte que no puedo ser más tu mejor amigo.
- ¿Pero porque?
- Porque ahora que tengo tanta pasta que me voy de aquí.
- Pero si...
- Nada de peros, los peros para las peras, chao.
Peter desilusionado se fue muy triste. Al siguiente día, Peter, fue a hablar con Luis. Cuando llegó a su casa, vio que dentro había una fiesta. ¡Luis se hizo popular en solo medio día! Pero se dio cuenta de que algo iba mal. Todo el mundo salía de la casa. Así que Peter entró para hablar con Luis.
- ¿Luis que te pasa?
- Que me he quedado sin blanca y no tengo a nadie que esté conmigo.
- No es verdad. Me tienes a mi. Aún somo amigos ¿No?
- Sí, ahora veo que siempre has estado a mi lado. El dinero no lo es todo, pero la amistad si que dura para siempre.
- ¿Amigos para siempre?
- ¡Amigos para siempre!
No hay comentarios:
Publicar un comentario