lunes, 3 de mayo de 2010

El amor vuela


Había una vez un chico de trece años que acababa de comenzar a ir al instituto y se llamaba David. Él pensaba que le iba a ir mal, pero no sabía que conocería a una chica que se llamaba Sara. Cuando la vio, pensaba que iba a ser como esas que son muy pijas y tontas que hay por los colegios de todo el mundo, porque en clase se portaba de esa forma aunque tenía que admitir que era muy inteligente.
Al cabo del tiempo se fue haciendo más amigo de ella y le empezó a caer muy bien.
Hasta que le empezó a gustar, no en el sentido así porque sí, si no de gustar de ¡AMOR!. David intentaba estar con ella pero Sara se hizo como, por así decirlo, de las “Populares”, entonces como que solo se acercaba a él para los deberes o por dudas que tenía... Pero David no se quiso rendir e intentó todos los días estar con ella, como para seducirla por decirlo de alguna manera. Pasaron los días, y llegaron las fiestas de Navidad. David estaba triste porque no podría ver a Sara, porque sus padres siempre querían irse de vacaciones con una auto caravana para estar con la familia. Así que David intentó olvidarse de Sara, pero no podía. Su amor era tan y tan grande que no podía haber ningún obstáculo que lo detuviera. Pronto llegó el día de volver al instituto, David estaba contento por poder ver de nuevo a Sara. Los dos no habían cambiado en nada, pero igualmente, David empezó otra vez con la caza del amor. Como siempre, David intentaba estar con Sara, pero se dio cuenta, de que ella sí había cambiado. Ahora no se acercaba a él por dudas así, si no se acercaba a él para hablar de cualquier tema. David estaba tan ilusionado, que siempre aprovechaba esos momentos para intentar hablar más con ella, para estar a su lado... Todo contento, David empezó a sacar mejores notas por el ánimo que le daba Sara. Hasta que llegó un día, que Sara llegó a la clase llorando. Nadie sabía que le pasaba, así que cuando acabó la clase, sin pensárselo dos veces, David fue a hablar con Sara. Se la veía muy preocupada, pero Sara como confiaba en él, le dijo que se tendría que mudar de España a Buenos Aires, por asuntos de su padre, David todo desilusionado, supo que como no la iba a ver más, aprovechó esa oportunidad para decirle que la quería. Sara toda sorprendida, vio una verdadera sinceridad en los ojos de David, y se dio cuenta, que era el chico al que amaba. Entonces sin pensárselo dos veces le dijo que le amaba. David, contento por esa buena noticia, empezó a pensar en ideas que le podrían ayudar a Sara a quedarse, hasta que se le ocurrió una idea. Sara preocupada, decidió confiar en David, así que, cuando llegó el día de la despedida, entró Sara por la puerta de la clase, junto con sus padres. Cuando David vio a su padre, se levantó de golpe, se arrodilló ante sus pies y le rogó que se quedara. Como David sabía que el padre diría que no, le explicó sus sentimientos a por su hija, y los de su hija a por él. El padre, todo avergonzado ( porque era un hombre muy sentimental ) y como no quería que su hija sufriera más , decidió quedarse para que Sara y David pudieran estar juntos. Sara, con toda la alegría que tenía, corrió a por David y le dio un beso para darle las gracias. Los de la clase, al ver que eran tan felices decidieron hacer una fiesta en su honor. Y, Sara y David por fin pudieron estar juntos.

Samuel Moliner Martín
1º ESO D

No hay comentarios:

Publicar un comentario